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domingo, 5 de abril de 2015

La carretera de la muerte.




Hoy vamos a conocer la historia de una carretera, la verdadera carretera de la muerte. Puede que este término haya sido adjudicado a muchas otras, pero os aseguro que ésta es la que mejor y más se lo merece.

Si bien puede que alrededor del mundo haya muchas carreteras en las que las fatalidades se han sucedido en múltiples ocasiones, estoy seguro que ninguna de ellas tiene en terrorífico récord de muertes, más de 2000.

Haciendo un poco de memoria, podemos recordar cómo no hace muchos años, la rivalidad entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética era terrible, pues bien, esta rivalidad les llevó a tener que abrir nuevos mercados, nuevas rutas comerciales, nuevos caminos en definitiva.

Esta necesidad llevó a Stalin a utilizar a miles de prisioneros en la construcción de una carretera que unía dos ciudades del círculo Polar Ártico, Magadan y Yakutsk, separadas por más de 2000 kilómetros en condiciones climatológicas  extremas.

Estas condiciones climáticas, unidas a la falta de higiene y todas las carencias que podamos imaginar propias de la época, hizo que cientos, miles de personas perdieran la vida durante la construcción de la vía. Pero lo macabro no es esto, lo peor de la historia llega al conocerse que, según muchos afirmaron posteriormente, aquellos que morían, eran echados a las zanjas cavadas a los lados de la carretera o echados en mitad de la vía para quedar atrapados sus cuerpos entre los cimientos de esa carretera para siempre.

Un manto de silencio bajo los cimientos de la carretera, miles de vidas enterradas en una carretera. Se dice que durante la época de deshielo, aun hoy día son muchos los restos humanos que suelen aparecer al margen de la carretera, pero lo peor son los restos de las miles de personas que nunca aparecerán, aquellas que yacen bajo la carretera.


Por si esto no fuera poco, la zona es muy conocida por ser una vía con una altísima tasa de siniestralidad, lo que ha provocado que los muertos a sus espaldas aumenten sin límite hasta nuestros días.