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lunes, 16 de febrero de 2015

Lilly E. Gray. La víctima de la bestia 666.





En el cementerio de Salt Lake City, en Utah, se encuentra una de las tumbas más inquietantes  y llamativas del mundo.  Es una tumba cuya lápida ha despertado la curiosidad y el temor de todo aquel que sabe de su existencia.
Es inevitable no sentir un ligero escalofrío al leer la inscripción en esta piedra fría, gris y orlada con dos onagras en los lados. Una inscripción que no deja a nadie indiferente: " Lilly E. Gray. La víctima de la bestia 666", ahora cada uno que saque sus propias conclusiones.
La gente de la zona no duda en considerar a la tal Lilly una seguidora del diablo, pero sea como fuere, desde que se conoció de su existencia, la peregrinación a la tumba no cesa, y los encargados del cementerio han encontrado de todo en los alrededores de la tumba, desde pequeños objetos simbólicos de rituales, hasta restos dejados por gente que pasa allí la noche.
Los datos reales que se conoce son que la fallecida de llamaba Lilly E. Gray, pero el nombre escrito en la tumba no es el correcto, ya que le sobraría una "l" el nombre real es "Lily"; Su fecha de nacimiento tampoco está bien, ya que nació, según los datos reales el 4 de junio de 1880, y no el 6 de junio de 1881. Se sabe que estaba casada con Elmer Lewis Gray, que tiempo después falleció, pero que quiso que su tumba estuviese lo más alejada posible de la de su esposa.
Entonces si tenía familia, ¿Por qué se cometieron tantos errores? ¿lo hizo a posta el esposo? Lo cierto es que nadie sabe las razones reales, pero la muerte se debió a un accidente de tráfico de la mujer, nada fuera de lo habitual que pudiera deberse a causas misteriosas.

Muchos fueron los que se fijaron en la simbología que presenta la tumba de Lily, en la que vemos un tipo de flores muy concretas: onagras. Que simbolizan el amor eterno a la vez que la tristeza. Aunque si pretendemos profundizar un poco más, la onagra en la antigüedad, era conocida como "La Linterna del Diablo"...