Si ya es agónico para
una familia ver como desaparece uno de sus hijos, hoy quiero compartir con
vosotros una dramática historia, la historia de una familia que vio como cinco
de sus hijos desaparecían la misma noche... Un día antes de Navidad de 1945.
Hoy conoceremos la historia de los niños Sodder.
Esta terrible historia tiene su comienzo el día antes de
Navidad de 1945, en casa de la familia Sodder. El matrimonio tuvo diez hijos,
pero un terrible incendio en su casa de Fayetteville, West Virginia, la redujo
a cenizas. Tras el incendio, cinco de los hijos nunca volvieron a ser vistos.
Las primeras teorías apuntaron a que murieron a causa de las
llamas, pero en los restos de las casa incendiada no de hallaron ningún resto
de los niños, cosa poco probable, por no decir imposible.
Los resultados de las investigaciones apuntaron a que la
causa del terrible incendio fue provocada, ya que los resultados dieron datos
muy extraños, como que la línea telefónica había sido cortada previamente y que
la única escalera que la familia tenía en su casa se encontró en un terraplén a
más de 75 metros de distancia.
Debido a que no se encontraron restos de sus hijos, George y
Jennie, los padres, insistieron en aferrarse a la idea de que sus hijos
continuaban vivos, en algún lugar. Pero a los extraños descubrimientos se
añadió otro, desesperado George, en presencia de los agentes de la autoridad y
numerosos testigos, trató de subirse con su camioneta a una cima cercana a la
casa, pero cuál fue su sorpresa cuando la camioneta no arrancó, el motor había
sido manipulado para evitar que funcionase.
Las autoridades investigaron todas las pistas posibles, pero
el caso se volvió mucho más enigmático cuando tras interrogar a los padres de
los niños, éstos afirmaron recordar que un tiempo antes del incendio, fueron
visitados por dos extraños hombres de los que recibieron amenazas de quemar su
casa y la posibilidad de que sus hijos desaparecieran para siempre. Uno de los
hombres, recordaba George, el padre de los niños, que era inmigrante italiano,
que pagaría por todos los comentarios ofensivos que estaba haciendo sobre
Mussolini por todo el pueblo. Por si esto fuera extraño, aquel hombre estuvo
presente en el juicio donde se consideró el incendio de la casa de los Sodder
como un accidente.
Otros datos que salieron a la luz tras los interrogatorios y
las investigaciones fueron que testigos presenciales de los hechos afirmaban
haber visto a un hombre en los alrededores de la casa de los Sodder con un polipasto,
que podía ser el que utilizaron para manipular el vehículo y evitar que
arrancase.
Días después George informó a las autoridades de que en su
jardín había encontrado un objeto de
caucho, que parecía ser una bomba de napalm, o sus restos.
Pero por si todo esto fuera poco, una cámara de seguridad de
un comedor de carretera, así como una testigo del hotel Charleston, afirmaron
que vieron a cuatro de los cinco niños desaparecidos en compañía de un grupo de
hombres y mujeres con apariencia italiana que no les dejaban hablar con nadie.
A pesar de todas las pistas, ninguna de ellas aportó luz a
lo que parecía ser una tragedia familiar sin precedentes.
Pero cuando la familia Sodder parecía haberse hecho a la
idea y había tratado de mitigar el dolor de la pérdida de sus cinco hijos, en
1968, más de 20 años después de aquella fatídica noche, recibieron una supuesta
fotografía de sus cinco hijos en compañía de una hombre desconocido. En la parte
posterior de la fotografía aparecía el siguiente texto: "Louis Sodder, te
amo hermano, Frankie. Chiquillo A90132 (o 90315)".
La familia contrató a un detective privado apellidado
Tinsley para que investigase la fotografía recibida y las posibilidades de que
aquella foto fuera de sus hijos, pero a las pocas semanas Tinsley desapareció,
nunca más se volvió a saber de él...
Las autoridades cerraron el caso y se negaron a investigar
más a cercad el mismo, sus conclusiones fueron que el incendio había sido
accidental y que, a pesar de no hallarse restos, los cinco niños habían muerto
en el incendio...
George y Jenny murieron si saber la verdad sobre lo que
sucedió aquella víspera de Navidad en su casa.