A pesar de que hay una gran cantidad de versiones a cerca de
la existencia o no de Jesucristo, y de que fuera quien se cree, el hijo de
Dios, hay gran cantidad de escritos como los evangelios de Marcos, Mateo, Lucas
y Juan que forman parte de la Biblia y corroboran lo dicho. Pero existe gran
cantidad de contradicciones en lo que
dicen, en ellos podemos encontrar diversa versiones de los mismos hechos e
incluso, dependiendo el evangelio que se lea, afirma una cosa o la
contraria.
El misterio alrededor de los evangelios "oficiales" y los apócrifos ha sido mucho, pero en los últimos tiempos hay uno que va camino de convertirse en la prueba más contundente de la existencia de Cristo. Se trata de un papiro que se encuentra en una institución de Oxford y que ha sido llamado "El manuscrito Gr-17."
El manuscrito Gr-17 consta de tres fragmentos, en el que
podemos leer textos del evangelio de San Mateo, datado entre el siglo I y II
después de Cristo.
La historia del manuscrito Gr-17 comienza a finales del
siblo XIX en Luxor, Egipto, cuando el reverendo Charles Bousfield Huleatt regresa
a Inglaterra con el papiro y lo presenta en el Colegio Magdalena, Oxford, donde
le lo bautizan con el nombre de “Magdalena Griego 17” (Gr-17). Fue en los años
90 cuando el investigador alemán Carsten Peter Thiede, se interesó por el
papiro, y pidió permiso para investigar el Manuscrito Gr-17, que cuando Carsten
vio las cinco líneas que contenía, se convenció que eran más importantes que
cualquier otra cosa, desde entonces empezó su larga investigación.
Carsten Peter Thiede tomó el papiro y pudo notar que era
antiguo, más de dos mil años. Y tras examinar la escritura investigó a cerca de
la misma y pudo comprobar que se trataba de una escritura basada en los siglos
I A.D. y los primeros años del siglo I D.C.
En 1994 se hicieron públicos los resultados de la
investigación, y concluyó que el manuscrito Gr-17 era el documento
neotestamentario más antiguo jamás encontrado y que fue escrito por un
contemporáneo de Jesús. Luego de esto, se afirmó que el evangelio de Mateo que
aseguraban se había escrito al menos en el año 85 del siglo I D.C. no
pertenecía a esa fecha, sino a unos 40 años antes, lo que haría a este
evangelio el primero de los cuatro. Sin embargo, no es eso lo trascendente,
sino que hay un escrito demostrando que se conoció en vida a Jesús y los hechos
que protagonizó, lo que significa que podría tratarse una prueba casi
definitiva de la existencia del Mesías.
A pesar de que la investigación demostró que el papiro puede
tratarse de una prueba contundente de la existencia de Cristo, todo esto ha
pasado lejos de las manos del Vaticano, lo que no hace oficial esta versión,
por eso el manuscrito Gr-17 se ha vuelto un enigma, porque por muy cierto que
parezca todo lo que dice, no se ha creído en él como para oficializarlo entre
las religiones.