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lunes, 21 de julio de 2014

CASO WIJERATNE, EL NIÑO QUE CONFESÓ EL ASESINATO QUE COMETIÓ EN SU VIDA PASADA



En muchas ocasiones, suceden cosas que se escapan de nuestro entendimiento, de nuestro raciocinio, nuestra mal llamada "normalidad", y por ello lo descartamos de manera inmediata y decimos que no es posible, que no es real, que no puede ser.

La historia que quiero compartir con todos vosotros hoy es una historia que hace que nos planteemos muchas cosas, que pensemos en todos y cada uno de los conceptos y creencias y paremos a pensar si algo más es posible.

Es bien sabido que los niños tan pronto como empiezan a hablar comienzan a contar historias de todo tipo, algunos excesivamente detalladas, con datos exactos de personas, lugares, situaciones y vivencias que en algunos casos nadie conocía.  Podrían ser considerados como resquicios de vidas pasadas,  recuerdos que han permanecido a pesar del paso de una vida a otra.  Y a pesar que en el mundo, más de la mitad de la población cree en alguna manera de reencarnación, sin embargo, ese porcentaje disminuya a una mínima expresión en los casos de hechos probados, en estas situaciones recurrimos a hechos empíricos. A pesar de todo, nos encontramos a menudo con personas de todo el mundo que afirman y demuestran conocer datos de personas que vivieron en épocas pasadas.

En muchas ocasiones, los escépticos afirman que las historias que algunos niños cuentan no son más que meras historias inventadas, pero ante la demostración en muchos casos de recuerdos en pequeños que, sin preguntarles, pueden recordar detalles tales como cuando murieron o si su anterior madre tenía el pelo de una manera u otra, no saben que responder.

 “En ocasiones describen detalles que no han llegado a aprender en esta vida”, dijo el Dr. Ian Stevenson, uno de los investigadores más importantes en las vidas pasadas de los niños y que ha documentado más de 2.600 casos con “pruebas irrefutables”.

Uno de los casos que más ha sorprendido a los expertos es el de un niño pequeño en Sri Lanka, que parecía tener recuerdos de su propio tío fallecido. Pero lo más sorprendente fue que el pequeño afirmó ser el asesino de su mujer, y de hecho su tío fallecido realmente había asesinado a su mujer, un secreto celosamente guardado por su familia imposible que los supiera el pequeño.

Poco antes de morir, un hombre llamado Ratran en Sri Lanka dijo a su hermano, Tileratne Hami, que renacería como su hijo. En 1947, 19 años después del fallecimiento de Ratran, Hami tuvo un hijo el cual llamó Wijeratne. Poco tiempo después del nacimiento de su hijo, el padre de Wijeratne observó que el pequeño tenía algunas similitudes con su difunto hermano, Ratran Hami. Wijeratne tenía una piel muy oscura, mientras que sus otros hermanos y hermanas tenían la piel muy clara. Además su brazo derecho era más corto que el izquierdo, y los dedos de su mano derecha estaban malformados al igual que el lado derecho de la caja torácica.

Hami, siendo consciente de las similitudes en la apariencia entre su hijo y su hermano, le dijo a su esposa: “Mi hermano ha regresado”. A la edad de dos años y medio, Wijeratne comenzó a caminar hablando consigo mismo. Su comportamiento desconcertó a su madre, quien escuchaba sus palabras con detenimiento. Él decía que había nacido con las malformaciones como castigo por asesinar a su mujer. Conmocionada, su madre le pidió que repitiera lo que había dicho, y de nuevo dijo que había matado a su mujer con un cuchillo y que su padre actual era su hermano.

La madre le dijo a Hami lo que su hijo había dicho, y Hami reveló el secreto a su familia por primera vez. Su hermano había sido ejecutado tras ser declarado culpable del asesinato de su mujer. El pequeño finalmente hizo un relato detallado del asesinato, arresto y ejecución de Ratran Hami, dando abundantes detalles. Según la madre de Wijeratne, sus recuerdos eran realmente asombrosos.

Este caso fue estudiado por los principales investigadores de la reencarnación como Ian Stevenson. Wijeratne, que nació en 1947 en el pueblo de Uggalkaltota, Sri Lanka, explicó públicamente su vida pasada, aunque su padre se lo prohibió. Dio muchos detalles de las circunstancias que rodearon el asesinato y recordó también la ejecución de su tío con sorprendente detalle.

Según los expertos, el niño no mostró ningún remordimiento y dijo que iba a hacer lo mismo otra vez. La mujer al parecer se había enamorado de otro hombre y quería anular el compromiso. Una de los detalles que más sorprendió a los expertos fue que el niño una vez, cuando visito la casa de un familiar, reconoció un cinturón de su tío (su supuesta encarnación de vidas pasadas) que había dejado en casa de su tía. Se confirmó este hecho. Las marcas en su cuerpo correspondían a las marcas del cuerpo de su tío, al igual que su tono de piel oscura.

Definitivamente, en casos como el que os presento esta tarde, poco cabe refutar, poco cabe dudar. No podemos más que pensar, os invito a hacerlo , a meditar sobre las coincidencias que observéis en los pequeños que os rodean...quizá os llevéis alguna grata o quizá muy desagradable sorpresa.
Este es otro de los casos de supuesta reencarnación. Cada cual que juzgue: La verdadera historia de Jenny Cockell

Aquí os dejo un adelanto de la próxima historia, para que os vayais poniendo en situación:

Que lo disfrutéis.