Hoy vamos a conocer
una historia que, como tantas otras nos harán variar el concepto de historia
tal y como la conocemos. Hoy nos trasladaremos al S. XVI para conocer a un
intrépido y apasionado Almirante turco. Hoy conoceremos la apasionante historia
de: Los mapas de Piri Reis.
Para conocer y entender esta historia, es preciso que
conozcamos primero a su protagonista: Piris Reis. Fue un conocido y muy famoso
Almirante turco del S. XVI, apasionado hasta el extremo de la obsesión, de los
mapas antiguos. Durante toda su carrera como marino mantuvo una costumbre, él y
sus hombres, en cada puerto nuevo al que arribaban, recorrían todos los bares,
tabernas y tugurios frecuentados por marinos que encontraban, en busca de mapas
antiguos.
Fue en uno de esos viajes, frente a las costas de Valencia,
en el año 1507, cuando el Almirante Peris capturó a unos marinos españoles,
entre los que se encontraba uno que afirmaba haber sido uno de los tripulantes
que acompañó a Colón en sus tres viajes hacia el nuevo mundo.
En todas y cada una de las ocasiones que el marino insistió,
Peris lo cuestionó, hasta que llegado un punto accedió a escuchar su historia y
sus argumentos. Fue entonces cuando el marino reveló que se trataba de uno de
los timoneles de las naves de Colón. Ante tal revelación, Peris le preguntó si
Colón estaba realmente loco o sabía que encontraría tierra cruzando el océano.
El marino afirmó que Colón sabía lo que hacía, afirmó que Colón tenía una serie
de mapas que le indicaban el camino y que precisamente él aun los conservaba.
Conociendo la obsesión del Almirante por los mapas, pronto
convenció a aquel hombre para que se los entregara. Los mapas resultaron ser
ciertos, mapas muy antiguos pero con unos trazos y exactitud extremos. Peris
los juntó a todos los que ya tenía, consiguiendo así en 1513, el primer mapa
mundi completo de la historia.
Ya en el S.XX, en 1929, un grupo de historiadores del
Palacio de Tokcapi, en Constantinopla, encontraron durante unos trabajos de
restauración una serie de mapas antiguos, que resultaron ser los originales
mapas de Piri Reis. Aquellos mapas mostraban con suma precisión las costas de
América del Norte y del Sur, así como datos muy precisos del continete polar
Sur, la Antártida, que se supone no se descubrió hasta 1818.
Los escritos y apuntes del Almirante Piri Reis afirmaban
algo que dejó inquietos a los investigadores, ya que afirmaba que ese mapa
mundi había sido confeccionado en base a 20 mapas muy antiguos que pudo
recopilar y 8 mapamundis que databan de la época de ¡Alejandro Magno! (siglo IV
a. C.).
Pero si esto fuera poco, los datos comenzaron a ser
contrastados y corroborados por Arlington T. Mallerey, todo un experto en mapas
antiguos, y para sorpresa de todos, cuando pensaban que los mapas no podían ser
exactos, al trasladar aquellos mapas a un globo terráqueo, los datos eran
totalmente correctos.
Estudios realizados por expertos en mapas antiguos revelaron que los mapas originales de Piri
Reis pueden haber sido cuadros sacados de una foto a gran altura, algo
totalmente imposible, pero no cabía otra explicación.
En todos los mapas de Piri reis, los ríos, cordilleras, las
islas, desiertos y mesetas coincidían, pero había una rara exactitud. Por
ejemplo, Groenlandia se representó como dos islas separadas, cosa que
descubierta sólo recientemente por una expedición polar francesa; quienes
usando instrumentos de medición sísmicos testearon bajo la superficie de las
capas de hielos indicando que existía un espacio cubierto por hielo entre estas
dos islas.
En la Antártida, una exploración fue realizada con
tecnología similar a la que se utilizó en Groenlandia, el resultado no deja de
inquietar: ¡montañas y valles bajo el casquete polar!, coincidiendo con lo
expresado en los mapas de Piri Reis.
En enero de 1966, el Profesor Charles H. Hapgood explicó el
descubrimiento sensacional:
“Esto es extraordinario. Se supone que nadie ha descubierto
Antártica hasta 1818, trescientos años después de Piri Reis, y se considera
como inconcebible que los griegos, romanos, babilónicos o fenicios pudieran
navegar hasta latitudes tan lejanas. Se supone que la capa de hielo en la
Antártica es de una antigüedad de varios millones de años y por consiguiente ha
existido desde mucho antes de la aparición del hombre en la tierra. La
sugerencia de Mallerey (que alguien había trazado el continente polar sur antes
de que la capa de hielo se generara) parecía ultrajante y científicos se
negaron a aceptar esta teoría“.
Parece increíble que cartógrafos antiguos tenían mapas que
eran más exactos que los mejores mapas producidos hasta ahora. La pregunta que
nos queda ahora es saber cómo fueron realizados esos mapas con tal precisión.
Es ahora cuando llega el momento de contar una leyenda que tenían los griegos ,
la leyenda de un artefacto capaz de surcar los cielos...