Hoy quiero compartir con todos vosotros la historia de un
cementerio, uno muy peculiar y sobre el que pesan cientos de extrañas
coincidencias. Un cementerio al que se conoce como la puerta del infierno.
Concretamente hablamos del cementerio de Stull, un pequeño
lugar situado en Kansas. Es un lugar pequeño, tranquilo aparentemente, pero
cuyas gentes afirman que allí se concentran grandes tragedias y el propio
Diablo ha acogido como su hogar.
Si ya de por sí un
cementerio despierta la imaginación de todos aquellos amantes de lo extraño y
lo paranormal, en un caso como este donde al lugar lo precede una historia que
pone los pelos de punta, no es extraño que cientos de personas acudan a
visitarlo con la intención de ser testigos de "algo" fuera de lo
normal. No en vano, en el cementerio de la pequeña localidad de Stull se han
grabado programas dedicados a lo sobrenatural y cientos de artículos hablan de
este sitio.
Muchas veces es más el interés mediático que lo que en
realidad sucede o habita en un sitio en concreto, pero la historia real de este
cementerio te la cuento a continuación.
Si comenzamos a remontarnos en la historia de esta
localidad, Stull fue colonizada por alemanes y holandeses, los cuales al
llegar, se encontraron que apenas habían unas cuantas familias que vivían allí.
Como era habitual, no tardaron en someter a los habitantes a sus costumbres y
creencias. De lo primero que construyeron fue una iglesia, donde se oficiaban
sermones en alemán hasta no hace muchos años.
La ciudad comenzó a crecer y esos cambios provocaron que
muchas de las cosas qeu allí permanecían tranquilas se "enfadasen".
Se construyó una nueva iglesia, mucho mejor y más grande en la que se dejaron
de oficiar los sermones en alemán.
Peor lo extraño
comienza cuando las familias tradicionales de la zona, lejos de caer en el
servintilismo y aceptar los dogmas y creencias que profesaban sus colonos,
mantuvieron sus propias creencias, celebrando sus propias misas y
celebraciones.
Se dice que la mentalidad hermética de los habitantes de
Stull se debía a que mantenían un gran secreto, sus creencias eran cercanas al
satanismo y no querían ser descubiertos. Cuando a comienzos del S.XX se conoce
la noticia de que una nueva Iglesia se quiere construir, es cuando comienzan a
suceder extraños acontecimientos que marcarán el lugar para siempre.
Lo primero fue una oleada de incendios que arrasó gran parte
de la localidad. Posteriormente el hijo de un granjero de la localidad apareció
quemado en mitad del campo. Unos días después, una ola de suicidios aterrorizó
a la cada vez más horrorizada y aterrada población del lugar. Lejos de terminar
aquí, varios vecinos aparecieron ahorcados en uno de los árboles del nuevo
cementerio, justo a lado de donde se encontraba ubicada la que sería la nueva
iglesia del pueblo.
Asolados por las desgracias, muchos de los vecinos de la
zona se reunían durante las noches en la antigua iglesia que había quedado
abandonada en lo alto de una colina, para celebrar allí sus ritos e
invocaciones.
Hay varios artículos que hablan de lo que allí sucedía ,
pero lo cierto es que el hermetismo es total. Las pocas crónicas que hablan de
los hechos, afirman que allí donde se practicaban estos ritos e invocaciones,
era constante la presencia de apariciones fantasmales.
Esto hecho hizo que, en el momento en que salió a la luz
toda su historia, cientos de seguidores y creyentes satanistas acudieran a la
localidad de Stull en busca de las presencias y sobre todo a la espera de que
el mismísimo Satanás apareciese ante ellos.
Estos hechos provocaron mucho revuelo, pero lo cierto es que
ya en 2002, cuando la vieja Iglesia fue derruida, un árbol quedó presidiendo
aquella montaña, aquel lugar en el que cientos de personas decidieron quitarse
la vida, y donde muchos de sus vecinos invocaron durante innumerables noches a
Satanás.
A día de hoy, quienes allí viven, afirman que no son capaces
de ir a la colina donde se encuentra aun aquel árbol y que en muchas ocasiones,
cuando alguien se queda mirando al horizonte, puede ver como alrededor de aquel
árbol, algunos espectros deambulan perdidos en busca de algo o alguien...