Hoy quiero compartir con todos vosotros una historia poco
conocida, pero no por ello menos cierta y misteriosa. Se trata del misterioso
reloj que llevaba siempre consigo el Presidente de los Estados Unidos Abraham
Lincoln.
Lo cierto es que se desconoce cuál era el fin que perseguían
tal reloj, y mucho menos los mensajes que escondía, pero por una razón u otra
terminaron conociéndose.
Abraham Lincoln fue el decimosexto Presidente de los Estados
Unidos, cosa que es de todos sabido y explicado en todos los libros de
historia, pero lo que es menos conocido es que, durante muchos años, portó
consigo un reloj de bolsillo con una serie de mensajes ocultos que jamás llegó a conocer.
Muchas han sido las voces que se han preguntado el origen y
la finalidad de tales mensajes, que hablaban de temas tan delicados en la época
como la Guerra Civil de los Estados Unidos, ocurrida entre los años 1861 y
1865. Los mensajes que pudieron ser
traducidos decían cosas como: "Los rebeldes atacaron el fortín
Sumpter"; "Gracias a Dios que tenemos un Gobierno".
Frases intrigantes que resultaron albergarse en un pieza de
la que el Presidente de los Estados Unidos no se separó nunca hasta el mismo
momento de su muerte. Fue mucho tiempo después de producirse la muerte del
Presidente Lincoln cuando el relojero de confianza del Presidente, Jonathan
Dillon, en una entrevista a un medio de comunicación en la que le preguntaban a
cerca de su relación y trato con el Presidente Lincoln, cuando hizo público al
mundo su secreto, las frases que el presidente escondía en su reloj y que se
llevó a la tumba.
Según afirma Jonathan Dillon, fue en una de las ocasiones en
las que el Presidente Lincoln mandó a reparar ese reloj, cuando sin el
conocimiento de éste grabó las frases que pasarían a la posteridad. Afirmaba
que hasta ese mismo momento nadie sabía de su existencia, así como nadie había
sido capaz de encontrarlas.
Las afirmaciones de Jonathan Dillon no fueron tenidas en
cuenta, nadie lo creyó y poco a poco cayeron en el olvido público, pero no
dentro de su propia familia, entre quienes pasó el secreto de generación en
generación como un acto patriótico de orgullo familiar.
Sin lograr que nadie lo creyera, uno de sus descendientes,
concretamente su tataranieto Doug Stiles, quien aseguró de nuevo que en el
reloj del que fuera del 16º Presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln,
se encontraba la inscripción que había hecho su antepasado.
En poder del Museo Nacional de Historia de los Estados
Unidos, el reloj no había sido revisado nunca, ya que esta historia no había
sido tenida como cierta en ningún momento, pero ante la insistencia del
tataranieto del relojero de Lincoln, el Director del Museo accedió a
inspeccionar el interior del reloj bajo supervisión de expertos. Nada más lejos
de toda imaginación, cuando los presentes descubrieron que bajo la tapa de
aquel reloj se encontraban las frases que Jonathan Dillon, relojero de
confianza de Lincoln, había tallado en el justo momento en el que la historia
de los Estados Unidos de América veían como comenzaba la que sería la peor de
todas sus guerras internas.
Según afirman, Jonathan Dillon en la entrevista afirmó que
"había estado reparando el reloj de bolsillo de Lincoln cuando oyó los primeros
disparos del conflicto", pero fue obvio que nadie le hizo caso. Bien es
sabido que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio, en este caso también, fue
su propio tataranieto, seguro de lo que durante generaciones se había afirmado
dentro de su familia, quien otorgó a su tatarabuelo la credibilidad que le
habían negado durante años.
Muchos afirman que fue un acto instintivo de patriotismo del
relojero, otroa afirman que fue un gesto premeditado para pasar a la historia
en el momento en el que se descubriese, pero lo que es cierto y sobre lo que no
cabe la mayor duda, es Jonathan Dillon consiguió dejar un mensaje a
generaciones futuras y fue el mismísimo Presidente Abraham Lincoln el que se
encargó de completar la tarea.