Si hay una isla en el mundo a la que nadie quisiera ir de
vacaciones, esa es la Isla de Poveglia, situada en la idílica Venecia.
La Isla de Poveglia está situada al norte de Italia, entre
los lagos que rodean la ciudad de Venecia. Pequeña de tamaño, pero inmensa en
historia y leyendas. Conocida como la "Isla del no retorno" o "La Isla
de los muertos" fue en una época un pequeño Estado, pero en la actualidad,
tras la plaga de peste que arrasó la isla en la Edad Media está deshabitada.
Durante la Edad Media, momento en el que la peste hacía
mayores estragos entre la población italiana, la Isla de Poveglia alojaba a
todos aquellos infectados o posibles portadores del virus. Aquellos que no
lograban sobrevivir eran arrojados a enormes fosas comunes que posteriormente
quemaban para eliminar los posibles restos de la enfermedad.
Durante todo el tiempo que duró la plaga, la Isla de
Poveglia albergó a cientos de miles de personas enfermas, de los que se calcula
que más de 300.000 murieron y fueron enterrados en Poveglia.
Pero si queremos ser fieles a la realidad, la leyenda negra
de la Isla de Poveglia se remonta a tiempos mucho más remotos de la Edad Media,
se remonta a la época romana, cuando Poveglia era usada como lugar en el que
aislar del resto de la población a los enfermos de peste y otro tipo de
enfermedades infecciosas.
En el Renacimiento, la peste Bubónica hizo estragos por toda
Europa, especialmente en Venecia, que por sus canales llenas de aguas sucias y estancadas, unido a la humedad, hizo de este lugar el
más virulento de la plaga. Fue tal la desesperación de las autoridades, que
viendo que no eran capaces de gestionar tantas muertes y cadáveres, éstos eran trasladados
nuevamente a la Isla de Poveglia.
De nuevo muertes, de nuevo peste, y de nuevo la Isla de
Poveglia recogía los cuerpos de miles de personas que, tras ser lanzadas a
fosas comunes eran quemados para eliminar los rastros de las enfermedades. Los médicos de la época decidieron que a Poveglia no bastaba con llevar a los
enfermos o fallecidos, sino que había que trasladar a la isla también a quienes
padecieran síntomas de cualquier tipo, posibles portadores de las enfermedades
que estaban arrasando Europa. La Isla de Poveglia en esta época albergó a más de
160.000 personas que terminaron muriendo en la Isla de Poveglia.
Pasada esta época, en 1922 se construye en la Isla de
Poveglia un Hospital Psiquiátrico, con una Iglesia y un campanario enorme, que
aun a día de hoy puede verse desde Venecia. Fueron los primeros internos del
psiquiátrico los que aseguraban que veían a los fantasmas de todos aquellos
enfermos de peste que allí terminaron sus días e incluso que escuchaban los lamentos
de los espíritus atormentados que se habían quedado en la isla atrapados.
Los pacientes llegaron a contar historias de fantasmas que
se subían al campanario para hacer sonar las campanas. El Director del centro,
en un claro ejemplo de delirio, comenzó a experimentar con los pacientes
técnicas de lobotomías y trepanaciones, y afirman que los propios fantasmas
llegaron a apoderarse del Director y, en su locura, se lanzó al vacío desde la
torre del campanario de la Iglesia de Poveglia. Según afirman, una enfermera fue
testigo de la caída, y asegura que no fue ésta lo que lo mató, sino que estando
en el suelo, retorciéndose de dolor por el impacto, una niebla extraña salió
del suelo y los estranguló hasta terminar con su vida. Se dice que el espíritu
del médico quedó atrapado en la Isla de Poveglia y que muchas noches se escucha
el repicar de la campana por toda la bahía.
Tras este hecho, la Isla de Poveglia volvió a quedarse vacía
y fue cerrada por las autoridades italianas hasta que una familia la compró.
Pero esta familia sólo vivió en la isla un día, ya que afirman que
experimentaron una serie de sucesos, que nunca han querido desvelar, pero en el
que la hija pequeña tuvo que ser atendida por personal sanitario y recibir 14
puntos de sutura en la cara.
En estos momentos, la familia dueña de la Isla de
Poveglia sólo la utiliza para cultivar allí sus viñedos, pero solo durante el
día, nunca de noche. Los actuales dueños afirman que suelo de la isla junto con
los restos carbonizados de los cuerpos que allí quedaron, ha desembocado en la
creación de una gruesa capa de ceniza pegajosa. El núcleo de la isla es,
literalmente, los restos humanos que ha dado a la isla una reputación
detestable, aunque parece ser muy bueno para las vides que se plantan allí.
Al ser propiedad privada, nadie sin permiso puede visitar
la isla, pero aun así, incluso los pescadores de la zona, temen acercarse a
ella, porque afirman que temen que sus redes capturen restos humanos de quienes
allí quedaron para siempre.
Todo el que a la Isla de Poveglia se atreve a ir, sale
atemorizado de la misma, ya que afirman escuchar extraños lamentos y sienten un
miedo atroz. Afirman que por toda la isla se respira un ambiente extraño,
afirman que hay una atmósfera maligna, que sientes como si alguien respirase
sobre tu cuello, afirman ver sombras en movimiento y que los gritos y gemidos
de los torturados en aquel sitio atraviesan la isla en todo momento. Aseguran
que es un sitio insoportable para estar.
Todos los que van allí salen atemorizados por los lamentos
que escuchan y el extraño ambiente que se respira.
Hace muy poco un equipo de estudiosos de los fenómenos
paranormales consiguieron autorización para hacer una investigación en la isla
y permanecer en ella todo un día, con su noche incluida. Pese a ser expertos en
el tema, y haber vivido situaciones muy duras, afirman que huyeron de la isla
después de que al entrar en el Hospital abandonado una voz les ordenase:"Salgan inmediatamente y no vuelvan”. Ellos no han vuelto nunca...