Hoy quiero compartir con todos vosotros la terrorífica
historia del un túnel, pero no un túnel cualquiera, se trata del túnel del
miedo por excelencia. Hoy conoceremos la aterradora historia del paso peatonal
de Warner Road, en las Cataratas del Niágara.
Desde el mismo momento en el que no encontramos delante del
túnel, la historia real y las leyendas locales se funden para dar lugar a lo
que nadie sabe ni se atreve a describir.
El túnel en concreto es pequeño, un túnel que tiene su
origen en el arreglo que se llevó a cabo en las tierras cercanas a las
Cataratas para que se drenaran todos los cultivos de alrededor. Se acordó que
en túnel sería el mejor medio para llevar agua a los cultivos, por lo que se hizo
por debajo de los actuales Ferrocarriles Nacionales de Canadá.
Cuentan los lugareños, que desde el mismo momento en el que
te adentras en él, ,a pesar de que no es muy grande, apenas tiene 38 metros de
largo y casi 5 de alto, pero una extraña sensación te invade, es como sentirse
observado, vigilado durante todo lo que dura en túnel.
Cuentan que en 1900, cuando se mandó construir el túnel, pretendía
se un túnel como cualquier otro, pero los habitantes de la zona afirman que
desde hace ya mucho tiempo, suceden extrañas situaciones que no saben cómo
explicar, además de los gritos y las corrientes de aire que se experimentan en
el interior del mismo.
Afirman que las fuertes corrientes de viento frío, parecen
ir en dirección al visitante y correr hacia la salida, pero nadie es capaz de
explicarlo con certeza. Se dice que, por la oscuridad, cada vez que alguien
enciende una cerilla, una vela o cualquier otra llama para iluminarse, una
extraña corriente de aire frío aparece para apagarla, y posteriormente nadie
vuelve a notar esa brisa. Afirman que hay algo o alguien que apaga la cerillas
de todo aquel que las prende en el interior del túnel.
Cuentan que, hace muchos años, en aquella zona, una niña de
corta edad falleció en el interior del túnel envuelta en llamas. Se dice que
huía de su casa, que fue pasto de las llamas. La pequeña, sin saber a dónde
dirigirse, corrió hacia el túnel con la intención de escapar, pero sus ropas
estaban en llamas y no aguantó, en el interior del túnel perdió la vida. Hay
quien afirma que fue asesinada por su propio padre y después quemada. De ahí,
afirman los lugareños, provienen los gritos, lamentos y las corrientes de aire
frío en el interior del túnel.
Muchas voces críticas con la historia han tratado de dar
explicación a los hechos, afirmando que los supuestos gritos son en realidad el
viento o incluso el agua de las tan cercanas Cataratas del Niágara, y que el
motivo de que las cerillas se apaguen se debe a las corrientes de aire que hay
en todos los úneles.
Sea como fuere, lo cierto es que este enclave ha sido objeto
de visitas por mucha gente que no ha sabido cómo explicar lo que allí dentro ha
sentido. Muchos cineastas han elegido este túnel como escenario para el rodaje
de algunas de las escenas de sus películas, como es el caso de David Cronemberg
que rodó allí “La zona muerta”, basado
en un libro de Stephen King...