El tema a tratar es controvertido, como casi todo lo que
tiene que ver con lo desconocido. Hoy traeremos a la memoria colectiva un
misterio que sigue vivo a pesar del tiempo y las leyendas que sobre él pesan.
Hablamos del "Misterio de las calaveras de cristal".
Todo comienza con el hallazgo por parte de la hija de la
hija del famoso Frederick Albert
Mitchell-Hedges, aventurero y descubridor de todo lo que podía.
La expedición había llegado un par de meses antes a Belice,
lo que era en aquel momento las Honduras Británicas. Expedición liderada por
Frederick Albert Mitchell-Hedges que
incluía a representantes del Museo Británico y especialistas en la desconocida
cultura Maya. En ese momento se encontraban explorando una zona selvática
conocida como Punta Gorda, donde ya se habían comenzado a encontrar restos de
los mayas y comenzaban a cumplirse los objetivos buscados con la expedición.
En la zona se hallaron varias pirámides, cámaras
subterráneas y una gran plaza, formando todo ello un complejo arquitectónico
único, bautizado con el nombre de "La ciudad de las piedras caídas".
Allí mismo, justo debajo de uno de los altares que allí se encontraban, el
mismo día de su diecisiete cumpleaños, Anna, la hija del famoso aventurero,
encontró el objeto que la cambiaría para siempre, uno de los 13 cráneos de
cristal.
Se dice que hay 13 cráneos iguales repartidos por todo el
mundo en manos de coleccionistas privados o en instituciones o museos públicos
y se les atribuye poderes mágicos.
Des de su aparición, las calaveras de cristal han sido
asociadas a los pueblos precolombinos, aztecas y mayas principalmente. Pero lo
que es cierto es que nadie sabe cuál es realmente su origen, ya que ninguna de
las calaveras han sido documentadas como hallazgos en una expedición como tal,
ni el lugar o la forma en la que se encontraron.
Algunas voces aseguran que son restos de civilizaciones
antiguas, muy superiores intelectualmente procedentes de otros mundos, restos
de la antigua Atlantis o Lemuria. E incluso, investigando un poco más,
encontramos una teoría que afirma de manera tajante, que fueron construidas por
una civilización increíblemente avanzada, que vive en el interior de la Tierra,
y cada una de esas 13 calaveras contiene parte de la historia de ese pueblo.
Unidas las 13, obtendríamos y comprenderíamos la historia de su nacimiento,
evolución y actual situación con respecto a nuestro mundo.
Todo esto son las explicaciones que, de una manera más o
menos acertada se ha querido dar al significado y procedencia de las
misteriosas 13 calaveras de cristal. Lo que es bien cierto y sobre lo que no
cabe ninguna duda, es que desde el mismo momento de su aparición, su
autenticidad siempre ha estado en tela de juicio.
A través de técnicas utilizadas en los últimos años, se ha
podido comprobar que ninguna de las calaveras tiene más de 150 años, por lo que
habrían sido esculpidas en el S. XIX en algún taller del viejo continente, hay quien
asegura que en Alemania, pero esto último no ha podido ser confirmado.
Según documentos hallados en el mismísimo Museo Británico,
la calavera no llegó a manos de Mitchell-Hedges como afirmó, sino en Londres,
donde la adquirió en una subasta de la famosa casade subastas Sotheby’s, en 1943.
A pesar de toda la controversia, los Mitchell-Hedges
bautizaron la calavera como el "Cráneo del Destino", hecha en cristal
de roca, de tamaño similar al de una calavera humana y con una mandíbula
articulada, que según el explorador encontró en el mismo lugar tres meses
después de hallar la calavera. Mitchell-Hedges afirmaba que el cráneo tenía más
de 3600 años, y que era usada por los Mayas para rituales mágicos y para
provocar muertes o curar enfermedades.
En 1970, la propia Anna Mitchell-Hedges cedió la calavera a
unos laboratorios especializados de la compañía HP en california. La conclusión
a la que llegaron fue que aquella calavera iba en contra de toda teoría lógica,
ya que habían descubierto que fue tallada en contra dirección, lo que hace
imposible que no se rompiera. Tampoco hallaron arañazos o trazos en la
superficie que dieran señales de haber sido esculpida con un objeto metálico.
Llegaron a una única solución posible, que era explicar la creación de la
calavera usando diamantes y los detalles de la misma hechos con una solución de
silicona y agua. De ser cierto y ser de la época Maya, los expertos afirmaban
que se tardarían más de 300 años en conseguir tallar solo una, y existen 13...
Pero algo que les llamó aun más la atención fue que en el
interior se encuentra un prisma perfecto rodeados de túneles y las cuencas de
los ojos contenían unas lentes cóncavas, todo esto suponía que, cuando se
ilumina la calavera de cristal por debajo, ésta se ilumina como si estuviera
ardiendo. Todo un prodigio del diseño. Todo un misterio.
También expertos del Museo Británico quisieron investigar el
objeto y someterlo a toda clase de técnicas y experimentos, el resultado de los
cuales siempre fue el mismo, no había un solo indicio que explicara
razonadamente el origen de la Calavera del Destino.
Como ya hemos dicho, la Calavera del Destino es una de las 13
calaveras que se conocen, aunque se cree que podría haber más.
Las otras 12 comenzaron a ver la luz en la segunda mitad del
siglo XIX, tanto en colecciones privadas como en museos. Pero lo llamativo es
que, a pesar de la gran cantidad de falsificaciones, el misterio sigue rodeando
a las 13 calaveras que en la actualidad se encuentran repartidas por todo el
mundo.
La leyenda creada a su alrededor afirma que el día en el que
todas se junten de nuevo, grandes descubrimientos se desvelarán para su
poseedor, secretos para los que ningún humano está preparado y sólo las
calaveras son capaces de revelar...