El Archipiélago de las Canarias está integrado por siete
islas principales: El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife, Gran Canaria,
Fuerteventura y Lanzarote. Sin embargo, la leyenda habla de una Octava Isla
que, entre El Hierro y La Palma, aparece y desaparece sin
explicación lógica: San Borondón, también conocida como «La
Inaccesible», o la «Isla Encantada».
Durante siglos, gan cantidad de testigosafirman ser testigos de cómo la Isla Encantada aparecía y desaparecía sin razón ni motivo aparente.
La diferencia con otros muchos misterios que hemos estudiado o de los que hemos sido testigos, es que con la Isla Encantada nos enfrentamos a una historia llena de imnprecisiones que mezcla la realidad con la ficción y hablan de ella como si realmente existiera.
La diferencia con otros muchos misterios que hemos estudiado o de los que hemos sido testigos, es que con la Isla Encantada nos enfrentamos a una historia llena de imnprecisiones que mezcla la realidad con la ficción y hablan de ella como si realmente existiera.
Los orígenes de la leyenda
En el siglo II d.C., el cosmógrafo egipcio Claudio
Ptolomeo, habló de Aprósitus, a la que definió como una isla que: «aparece y
desaparece, y a la que no se puede llegar».
La leyenda fue creciendo con hecho
de que la idea de la isla flotante cruzase tiempos y culturas, como si fuera
una realidad que simplemente cambiara sus ropajes míticos.
Así, cuatro siglos después de Ptolomeo, entre los celtas se hablaba de una «Tierra Prometida de los Bienaventurados››, la ‹‹Isla de la Felicidad y la Fortuna», y consecuentemente, el 22 de marzo del año 516, el monje irlandés —Irlanda y Gran Bretaña son los países celtas por excelencia— Saint Brendan de Clonfert, su discípulo Saint Maclovio, y otros 17 monjes, se embarcaron en una expedición para encontrarla.
Así, cuatro siglos después de Ptolomeo, entre los celtas se hablaba de una «Tierra Prometida de los Bienaventurados››, la ‹‹Isla de la Felicidad y la Fortuna», y consecuentemente, el 22 de marzo del año 516, el monje irlandés —Irlanda y Gran Bretaña son los países celtas por excelencia— Saint Brendan de Clonfert, su discípulo Saint Maclovio, y otros 17 monjes, se embarcaron en una expedición para encontrarla.
Cuenta la leyenda que Brendán y sus hombres
atravesaron islas fantásticas en las que aparecían demonios que lanzaban fuego,
enormes y hermosas columnas de cristal flotaban resplandecientes sobre la
superficie de las aguas, e incluso, en una de ellas, encontraron el sepulcro de
un gigante que despertó y, a diferencia de los titanes griegos, era sabio y
sereno.
Pero lo realmente importante para la leyenda, viene cuando
Brendán y su grupo deciden hacer una hoguera para calentarse en una de las
islas. Momentos después de haber prendido el fuego, dicen que la isla empezó a
moverse y ellos, asustados de que fuera una ballena gigante, corrieron al
barco.
Posteriormente comprendieron que no se trataba de una
ballena gigante sino de una isla encantada, que desde entonces, en honor al
líder de la expedición, habría de conocerse como la ‹‹Isla de San Brendán››, o
más popularmente como la "Isla de San Borondón", ya que a Brendán
también le llamaban "Borondón".
Curiosidades sobre la isla que nunca existió
Las leyendas sobre este lugar decían que aparecía y
desaparecía o que se escondía por una espesa neblina, algo que los expertos de
hoy en día explican diciendo que se debía a alguna forma de espejismo. En todo
caso, su carácter escurridizo hacía que se le dé nombres como: La Inaccesible,
La Encantada, la Pérdida, entre otros.
En otros relatos sobre la isla, ésta tiene el nombre de
"Antilia" o "Isla de las Siete Ciudades", debido a que
dichas ciudades fueron supuestamente fundadas por siete legendarios obispos.
En 1479 se firma el Tratado de Alcacovas entre España y
Portugal. Éste repartía las aguas del Atlántico para la navegación, y
especificaba claramente que las islas San Borondón pertenecían al Las Canarias
y por lo tanto a España. Como puede verse, este es el suceso decisivo en la
idea de San Borondón como la legendaria "Octava Canaria", a la vez
que constituye una muestra contundente de cómo, en aquel entonces, la
mentalidad supersticiosa tenía tanta influencia que era capaz de contaminar el
carácter científico que debería tener la Cartografía y, a través de dicha
influencia, llegar incluso a figurar en decisiones geopolíticas.
Durante la expedición de Magallanes, en marzo de 1520, se
nombró la "Bahía de San Borondón", nombramiento que suponía la
creencia de que la mítica isla había surgido tras desprenderse del continente
Americano... Leonardo Torriani, el ingeniero designado por Felipe II para
aclarar la posición de las Islas Canarias a finales del siglo XVI, describe las
dimensiones y localización de la isla fantasma basándose en los relatos de los
marineros que la visitaron durante todo el siglo.
La isla de San Borondón estaría ubicada al oeste del
archipiélago, a 550km en dirección oeste-noroeste de El Hierro, y a 220km en
dirección al oeste-sudoeste de La Palma, La Gomera y El Hierro.
La isla de San Borondón mediría alrededor de 480km de largo
de norte a sur, y 155km de ancho de este a oeste. Estas supuestas medidas
forman hacia el medio una considerable concavidad que se eleva por los lados de
dos eminentes montañas.
Expediciones.
En el año 1234, Marcos Martínez menciona la Isla
Perdida de San Brandón o Brendán, y desde que él "la descubrió" nadie
más la ha podido encontrar por su cuenta...
La leyenda de las Islas Canarias cogió fuerza en los siglos
XVI, XVII y XVIII. A raíz de su popularidad se hicieron varias expediciones
para descubrirlas y conquistarlas. Entre los grupos exploradores de finales del
siglo XV está el de Fernando de Visea, sobrino del Infante Don Enrique el
Navegante de Portugal. El 3 de abril de 1570, Hernán Pérez de Grado, regente de
la Real Audiencia de las Canarias, afirmó haber perdido a varios tripulantes
cuando estaba cerca de la isla.
Ese mismo año el piloto portugués Pedro Vello, relató cómo
tuvo que cambiar el rumbo de su nave cuando estaba cerca de las Canarias,
debido a que debía protegerse del viento. En su desvío ancló en la isla San
Borondón y, cuando él y dos hombres desembarcaron, llegó un fuerte viento que
los obligó a partir con premura. El año de 1570, fue un año de exploración
porque Fernando Villalobo, regidor de La Palma, buscó la isla con tres navíos y
aún así no tuvo éxito.
En 1604, Gaspar Pérez de Acosta y el franciscano Fray
Lorenzo de Pinedo, encontraron sólo una acumulación de nubes donde la isla
debería estar. En 1721, el capitán de mar, Gaspar Domínguez, realizó la última expedición
oficial para encontrar la isla: este fue un encargo directo de Juan Mur y
Aguirre, Capitán General de Canarias.
Los últimos avistamientos de la isla fueron registrados en
1953, cuando el diario ABC publicó una noticia con el titular "Isla Sirena"
al noroeste de El Hierro. En 1958, el mismo diario publicó otra con el nombre
"La Isla errante de San Borondón ha sido fotografiada por primera
vez".
La isla descubierta fue una exposición de ficción que fue
inaugurada el 14 de enero de 2005 en Santa Cruz Tenerife... El evento fue
construido con la investigación y material obtenido de un supuesto viaje a San
Borondón realizado en 1865. Esta exposición resultó ser una ficción artística
del mito de la isla fantasma.
#SanBorondon
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