Si hace muy poco hablábamos de la historia de Jack el destripador,
y los ríos de tinta que ha motivado, hoy vamos a compartir la historia,
misteriosa y enigmática historia, de un libro. Un libro que ha traspasado los
límites del tiempo y la realidad. Un libro que nadie sabe si existe o no, nadie
sabe si es auténtico lo que afirman de él o es todo fruto de la leyenda. Hoy
hablaremos del Necronomicón.
El Necronomicón puede que sea la obra cumbre de Lovecraft,
aunque su autoría fue, es y seguirá siendo otro de los enigmas que lo rodean.
El Necronomicón es un libro en el que se dice que se
encuentra recogido todo el conocimiento oscuro, toda la historia negra del
mundo, además de rituales y técnicas nigromantes para fines oscuros.
El interés del Necronomicón, lejos de lo que pudiera
parecer, no viene dado por su publicación o su conocimiento, sino porque
Lovecraft, a través de sus novelas poco a poco fue desgranando el contenido del
mismo. Así en algunas de sus novelas podemos observar como describe imágenes contenidas
en el Necronomicón, como es el caso de "El sabueso"(The Hound) de
1922. Este descubrimiento a sus seguidores
despertó una enorme curiosidad por conocer el Necronomicón por todos
aquellos interesados en la nigromancia y las artes oscuras, así como muchos
curiosos ávidos de morbo.
A pesar de lo que pudiera parecer, Lovecraft nunca dejó
clara la existencia o no del Necronomicón, parecía ser un libro creado para
justificar o recrear algunos de los datos que recogía en sus novelas, pero el
paso del tiempo hizo que estudiosos de las ciencias oscuras y el ocultismo se
interesasen e investigaran el verdadero origen del Necronomicón.
Lovecraft afirmaba que el verdadero autor del Necronomicón
era un árabe loco que se llamaba Abdul Al-Hazred, en la ciudad de Damasco.
Afirmaba también que databa del año 700 d.c. Peroe stos datos, con el paso del
tiempo han sido muy discutidos. Si bien hay quienes afirman que están de
acuerdo con que el autor del Necronomicón fue un árabe y su origen Damasco,
varios son los nombres que se barajan como "padre" del Necronomicón.
Abdul Al-Hazred, cuentan
que tras estudiar durante toda su vida diversas variantes de creencias y
religiones, las cuáles aprendía y profundizaba mediante expediciones por todo
el mundo. Fue precisamente en uno de sus
viajes que se adentró en el conocido desierto de Rub´a al Khali, donde
se dice que habitan espíritus malignos, fuerzas extrañas y monstruos
tenebrosos. Abdul Al-Hazred, afirmó haber estado durante los 10 años que
permaneció desaparecido, viviendo en las ruinas de la antigua ciudad perdida de
Iram.
Segú sus propias palabras, Abdul Al-Hazred afirmaba haber
vivido experiencias sobrenaturales y haber estudiado enseñanzas antiguas y
secretas. Tras ese viaje se trasladó al Cairo, donde terminó su vida centrado
en el estudio y perfeccionamiento de las ciencias ocultas y en escribir el
Necronomicón.
Todas esas vivencias, en el año 730 d.c. las deja escritas
en el Necronomicón o "Al-Azif. Tan pronto como vio la luz, se dice que
unas pocas copias comenzaron a circular entre los filósofos y teólogos, pero
muy pronto fue prohibido y todas sus copias destruidas. Desde ese mismo momento
comenzó a tenerlo como un libro prohibido, un libro maldito.
Este primer intento de acabar con el Necronomicón no fue
efectivo, y se dice que lograron salvarse algunas copias, una de las cuales
llegó al monasterio de San Pablo en Egipto, donde fue hecha una copia del Necronomicón, pero
traducido al griego, traducción que queda prohibida también y todas sus copias
se ordenan quemar por orden del Patriarca de Constantinopla Miguel IV.
A partir de este dato, no se haya ninguna otra mención al
Necronomicón hasta el S.XIII, cuando Arnaldus de Vila Nova tradujo por primera
vez el libro al latín. Ante la situación de reproducciones y traducciones
incontroladas e incontrolables, el Papa Bonifacio IX prohibió todos los libros,
no sólo las traducciones, sino todos aquellos libros que estuviesen relacionados
con el Necronomicón. Mandó quemar todas las copias existentes.
Se dice que esa traducción en latín fue copiada dos veces,
una en el S.XV en Alemania y otra en el XVII en España. Pero sea como fuere, lo
cierto es que la primera edición, la original escrita en árabe, se perdió para
siempre. (Cuentan que había una copia secreta en San Francisco, pero que desapareció
a causa de un incendio).
Se dice que en el S.XVI el alquimista y místico alemán
Theophrastus Paracelsus hizo su propia traducción al alemán del Necronomicón,
copia que fue tomada como botín por los suecos y destruida en el incendio del
Palacio Real de Estocolmo en 1697.
Al igual que no se han vuelto a tener noticias en cuanto al
Necronomicón versión griega que fue impreso en Italia, después del incendio de
la biblioteca particular de un misterioso personaje de Salem.
Se dice que John Dee hizo su propia traducción del Necronomicón,
basándose en el manuscrito original, pero nunca llegó a ser confirmado ni
encontrada tal copia.
Lo cierto es que las copias que se conservan actualmente
están guardadas una en el Museo Británico (una copia del S.XV), otra en la
Biblioteca Nacional de París (también del S.XV), otra copia en la Biblioteca de
Wiedener, de Hardvard (copia del S.XVII), otra en la Biblioteca de la
Universidad de Miskatonic (Arkham) y la última en la biblioteca de la
Universidad de Buenos Aires (Argentina).
Es muy posible que, debido a la gran cantidad de
traducciones y copias furtivas que se hicieron, actualmente existan muchas más
copias del Necronomicón que se desconocen. Se dice que un millonario
norteamericano compró una de las copias del S.XV. Así como aseguran que el incendio en el que
se supone que se quemó la copia del Necronomicón en Salem no fue tal, y la
copia del libro se encuentra en manos de la familia Pickman.
Cierta o no, esta es la historia que se conoce del libro que
se dice está repleto de conocimientos ancestrales de nigromancia, alquimia,
invocaciones a entidades realmente desconocidas y poderosas, así como ritos
supuestamente perdidos.
Se dice que la lectura del Necronomicón puede provocar en el
lector locura o alucinaciones. Es considerado en todas sus copias y versiones,
como el libro más peligroso de la humanidad. Las horribles ideas que contiene
junto a las oscuras verdades que hace creer, ha provocado que no pocas de las
personas que lo leyeron hayan caído en la locura o hayan muerto.
Se podrá pensar que es cierto o no, pero la verdad es que
todas las copias que se conservan están bajo llave, no están accesibles a
nadie. Se dice que cualquier intento de difundir los contenidos del Necronomicón
ha acabado siempre en tragedia, atribuida a la maldición que sobre él pesa.
Como dato curioso y para terminar, os diré que, en la
actualidad, el Necronomicón está totalmente prohibido por las autoridades y
asociaciones legales inglesas.
A quien le interese, aquí dejo el enlace para leer la
traducción en español: NECRONOMICÓN